Las autoridades del Hospital de Niños “Sor María Ludovica” recibieron la donación de dos autos a control remoto, que serán utilizados como parte de un proyecto que busca reducir el estrés de los niños que deben realizar ciertas prácticas médicas

La entrega se concretó el martes 18 de diciembre pasado en el SUM del hospital. La donación fue realizada por los integrantes de “Kellun”, un proyecto solidario del Colegio Parque Barón de Lomas de Zamora, cuya coordinadora es la profesora y abogada Mónica Visenti. “Son chicos de entre 12 y 18 años que están pensando en la ayuda solidaria”, expresó Viviana Altinier, directora asociada del Hospital de Niños. “Este año, la ilusión de ellos era hacer algo por la salud de los más chiquitos y enfermos. Entonces buscaron este proyecto, al que llamaron “Kellun sobre ruedas” y decidieron juntar el dinero para comprar estos autos a control remoto y donarlos para que nuestros chicos entraran con más alegría y menos estrés al quirófano”.

Humanizar la medicina

Que el paciente pueda entrar sentado en el auto al quirófano es parte de un plan para humanizar la atención de la salud y tratar de disminuir el estrés de los chicos en el ingreso a determinadas prácticas o estudios”; explicó José Pujol, director ejecutivo del Hospital de Niños de La Plata. Y agregó que esta iniciativa se viene implementando en otros países: “sabemos que acá en Argentina, en Córdoba, también se está usando. Por eso, cuando se acercaron los integrantes de Kellun con este proyecto solidario, lo evaluamos con el jefe de servicio de quirófano, los cirujanos y los jefes de servicio y decidimos aceptarlo”, expresó visiblemente agradecido.

La experiencia, que se está llevando a cabo desde hace algunos meses en centros médicos de Francia, España, Inglaterra y Estados Unidos, consiste en reemplazar las camillas por autos manejados a control remoto por profesionales de la salud que acompañan a los niños hasta la sala de esterilización, cuando se trata de una operación médica. De esta manera se reduce la ansiedad de los pequeños y de la familia al momento de separarse. Vale aclarar que los “conductores” deben tener entre 2 y 5 años de edad (para poder entrar en el vehículo) y contar con un diagnóstico médico que les permita formar parte de este programa.

Esta acción se suma a otras que tienden a humanizar el Hospital de Niños, como el ploteo del resonador (en donde los niños son invitados a recorrer el espacio en una nave espacial) y la intervención artística de los pasillos de la terapia intensiva.

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