La Sociedad Argentina de Pedriatría dio a conocer que para garantizar la efectividad del protector solar, debe reaplicarse cada dos horas, luego de cada baño y de transpirar intensamente. Sin embargo, no debe ser colocado en forma conjunta con el producto contra los mosquitos: primero se debe aplicar el protector y esperar 30 minutos antes de administrar el repelente, ya que combinados aumentan el nivel de toxicidad.

Con respecto a los protectores solares, se recomienda para los niños utilizar protectores con no menos de FPS 30, ya que en términos de porcentaje un FPS 15 bloquea aproximadamente el 93% de las RUV, un FPS 30 bloquea el 97% y un FPS 50 bloquea el 99%.

Además es importante siempre leer las etiquetas de los productos ya que se desaconsejan aquellos que posean parabenos, palmitato de retinol, oxibenzona, avobenzona y fragancias.

En cuanto a los repelentes en aerosol, los especialistas sugieren no aplicarlo en forma directa sobre la piel de los chicos ya que podrían llegar a inhalarlo. El producto debe ponerse sobre la mano del adulto y luego ser distribuido en las zonas expuestas, exceptuando las áreas debajo de la ropa, alrededor de los ojos, la boca y las manos, para evitar que lo ingieran.

Sobre la elección del repelente para utilizar en niños, la SAP recomienda preferentemente los que contienen DEET (N,N-Diethyl-m-toluamida); los que deberán aplicarse con la frecuencia especificada en la etiqueta del producto y recién a partir de los 2 o 6 meses de edad, también estipulado en las advertencias según el nivel de concentración del principio activo de cada repelente.

Para evitar picaduras también es recomendable utilizar prendas frescas, de colores claros, mangas y pantalones largos (siempre que estén en el exterior) y colocar tul sobre las cunas y cochecitos, usar mosquiteros en puertas y ventanas.

Por su parte, eliminar o colocar boca abajo los recipientes que puedan contener agua estancada (dentro o fuera de la casa), cambiar el agua de los floreros y bebederos de las mascotas diariamente, mantener libres de hojas los desagües de los techos y tapar los tanques de agua son acciones que ayudan a controlar la reproducción de los mosquitos.