Más unidos que nunca

A raíz del aislamiento social, preventivo y obligatorio impuesto por el gobierno nacional para frenar la propagación del coronavirus, el Coro de Niños de la Fundación Ludovica debió modificar la modalidad de ensayo que venía manteniendo desde hace muchos años. De esta forma, las reuniones presenciales de los martes a la tarde se transformaron en espacios de encuentro a través de las redes sociales, en donde coreutas y padreutas se congregan alrededor del teléfono para escuchar las transmisiones en vivo que realiza Laura Curten, la directora del coro.
Todos los lunes, miércoles y viernes a las 18:30 horas se dan cita a través de la cuenta en Instagram y durante media hora comparten canciones del repertorio y otras más tradicionales, para compartir también con los abuelos y los tíos de los coreutas. Además de ser profesora de música, Laura es musicoterapeuta. Y por eso destaca las bondades del canto a la hora de mitigar algunas de las dificultades de la cuarentena. En las transmisiones, cada coreuta escucha y canta desde su casa. Guitarra en mano, Laura va interpretando una canción tras otra. Y al final, invita a sumarse a la transmisión a algunos de los niños.
Pero no solamente los ensayos cambiaron con la pandemia. Desde hace varios años, el Coro de Niños cumple la función de representar culturalmente a la Fundación Ludovica. Ahora que ya no se pueden celebrar festivales ni conciertos, encontró otras formas de seguir haciéndolo. Y es así que el viernes 24 de abril pasado participaron de la iniciativa propuesta por Ricky Pashkus y otros artistas, en la que la gente salió a cantar a sus balcones a las 21:05 horas, justo después del merecido aplauso al equipo de salud. La canción elegida fue «Dale alegría a mi corazón». Y para representarla, Laura editó los videos que enviaron previamente los coreutas para hacer la transmisión a la hora señalada, bajo el lema «Más unidos que nunca».