Día mundial de lucha contra el ACV: La consulta temprana en los niños permite evitar las recurrencias

La neuróloga infantil del servicio de Neurología del Hospital de Niños Sor María Ludovica Marcela Sarti brindó detalles sobre la importancia de la detección temprana de las causas del accidente cerebro vascular para una eventual intervención y tratamiento.

El ACV es un trastorno que se produce en el cerebro y la causa es vascular con afectación de las arterias que irrigan, de las venas o de los pequeños vasos del cerebro. Si bien es una patología más frecuente de los adultos, también se da en pediatría y las causas son diferentes a las de los adultos.

Según detalló la especialista, los síntomas más comunes del ACV dependen de la edad y del área del cerebro que esté involucrada. En los niños más pequeños frecuentemente el principal síntoma que manifiestan es más sueño, estar menos conectado e incluso tener una convulsión. En cambio, en los pacientes más grandes, los síntomas se asemejan más a los de los adultos, con la aparición de desviación de la sonrisa (tienen la boca desviada), debilidad en los brazos o las piernas (se produce un adormecimiento), trastornos para caminar, cefalea muy intensa sobre todo cuando se acompaña de vómitos y dificultades para comprender o para hablar (el paciente está conectado pero no puede hablar).

Ante estas situaciones, Marcela Sarti indicó que “son síntomas que hay que tener en cuenta para hacer la consulta temprana que permite hacer el diagnóstico de la patología y un eventual tratamiento para evitar las recurrencias porque en pediatría son más frecuentes que en adultos”.

En el Hospital de Niños Sor María Ludovica, al recibir un paciente con accidente cerebro vascular, el servicio de neurología trabaja en interdisciplinas con los servicios de cardiología, hematología, infectología, reumatología, neorometabolismo y toxicología para poder acceder al diagnóstico.

“Cuando se recibe a un paciente con ACV lo primero que se hace es una tomografía que es lo que mide si el AVC fue isquémico (es decir por falta de oxígeno) o hemorrágico”, expresó Sarti, que además contó que “el avance de la resonancia y las distintas técnicas permiten tener un diagnostico más temprano y diferenciar mucho más la causas”.